Paseo en barco Cabo de Gata

Salimos de Las Negras en dirección a La Isleta del Moro, visitamos la cueva del cuervo y la cueva de las palomas contemplando los fantásticos acantilados de La Molata, vigilados por el castillo de San Ramón. Pasamos por el playazo, frente al valle de Rodalquilar hermosa playa de aguas cristalinas y arena originada a partir de antiguos arrecifes de coral. Rodalquilar es conocido por sus minas de oro abandonadas (tal vez te contemos dónde se encuentra el oro). Tras el Playazo, el paisaje cambia, nos adentramos en el volcán, descubriendo las columnas de lava cristalizadas que se usaban antaño como adoquines. Entramos en una reserva integral en la cala del Bergantín. A partir de ahí mágicos acantilados de extrañas formas y una gama de colores que nos da una idea de la riqueza geológica del paisaje. Terminamos en la Polacra, escenario de un antiguo naufragio del que toma su nombre. Como telón de fondo La Isleta del Moro, Los Escullos y los antiguos domos volcánicos de Los Frailes.
Ir a la página de rutas

Salimos de La Isleta en dirección a San José. La Isleta, barrio de pescadores, donde aún se mantienen vivas artes de pesca milenarias, como la moruna. Navegando en dirección a San José, pasamos por la playa del Arco y la Cala del Embarcadero. Luego el castillo de San Felipe, construido sobre antiguas playas arrecifales que han dado lugar a una roca calcárea y suave a la que la erosión del viento le da caprichosas y mágicas formas. Doblamos la punta del esparto y del cohete, desde donde se lanzó en los años 60 el primer cohete español. La zona estaba tan despoblada que apenas había peligro de que nadie resultara herido. Vamos recorriendo los acantilados de los Escullos, nombre que le viene por los numerosos “escollos” que a flor de agua hacían peligrosa la navegación para los que no las conocieran a fondo.
Encontramos en el recorrido numerosas y recónditas calas, como la playa de piedra galera, Cala cortada, cala chica y Cala Tomate, a refugio de los vientos, donde tendremos la oportunidad de darnos un chapuzón para contemplar sus espectaculares fondos marinos.

Tras la montaña se ocultan las canteras de Bentonita, una ceniza volcánica de textura interesante para numerosos usos industriales. Terminamos nuestro recorrido en Cala Higuera y San José, antigua población de pescadores a la que los nuevos tiempos han transformado en el lugar turístico de referencia del Parque.
Ir a la página de rutas

Desde la Isleta también podemos navegar hacia levante, dirección a Las Negras. En cuanto no separamos de la Isleta, entre los barcos fondeados de los pescadores, contemplamos el promontorio apenas unido a tierra que da nombre a la población. Sobrevolado por gaviotas que se recrean con las corrientes de aire, con las montañas de los Frailes al fondo como decorado. Tras la Isleta está la playa del Peñón blanco.

En el camino pasamos por la cala de los Toros, donde un mini bosque de pinos se pregunta cómo han ido a parar al lugar más seco de europa. Al fondo el mirador de la Amatista, bajo cuyo acantilado se encuentra este bonito cuarzo rosa.

Seguimos hacia en Carnaje, playa de bolos de lava redondeados por el mar. Al fondo la Polacra o la Piedra Negra y arriba el Cerro de los Lobos. A partir de aquí empieza la reserva integral de La Polacra, y esta ruta se solapa con la ruta de Las Negras y los volcanes, llegando hasta el Playazo y pasando por la cala de la polacra y el Bergantín.
Ir a la página de rutas

Desde Las Negras también podemos navegar hacia Agua Amarga y Carboneras. Pasamos primero el Cerro Negro y cala Hernández. Llegamos a la Cala de San Pedro, único punto donde hay una fuente de agua dulce junto a la playa. Vigila la cala el castillo de San Pedro. Frente a la cala el islote de San Pedro, punta javana, cala Montoya y Cala chumba. Rincones inaccesibles desde tierra que esconden lugares con rocas de formas caprichosas y bellas. Llegamos a Cala puente, donde nos podremos dar un baño o hacer snorkel antes de regresar de nuevo a Las Negras.
Ir a la página de rutas